La piscina evoca momentos de relajación y diversión, pero lamentablemente, esto puede convertirse en una pesadilla debido a las infecciones que se pueden contraer en el agua.
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En la mente de cualquiera, la piscina es sinónimo de relax y diversión; sin embargo, la realidad puede torcerse debido a las infecciones que se pueden contraer en el agua y sus alrededores. Para evitarlo, hay que seguir unas reglas básicas, especialmente en las piscinas públicas: usar calzado adecuado, tapones y duchas, además de desinfectar los pies en las áreas específicas antes de entrar al agua. Los responsable de las piscinas deben realizar controles regulares de las instalaciones, monitoreando y controlando los parámetros químicos y físicos del agua, así como la pureza del filtro. Con estas precauciones, el riesgo de infecciones se minimiza.
Las infecciones que podemos contraer en las piscinas se agrupan en cinco categorías principales:
Protozoos patógenos, de origen fecal, se transmiten por ingestión o inhalación ambiental, pudiendo ser asintomáticos o causar gastroenteritis. Además, existe la preocupación por el uso excesivo de productos químicos. Por ejemplo, el cloro, aunque es vital para la desinfección, en altas concentraciones, puede ser tóxico si se inhala continuamente. Además, las aguas hipercloradas pueden causar erosión dental del esmalte o enfermedades pulmonares como asma, siendo la piel la que absorbe la mayor cantidad de toxinas.
Bacterias no entéricas son de origen ambiental y se transmiten por inhalación o contacto con superficies infectadas. La legionella es una infección que se contrae al inhalar pequeñas gotas de agua contaminadas con bacterias suficientes para provocar una infección pulmonar.
Bacterias entéricas, de origen fecal, se transmiten por la ingestión, como la salmonella, que puede causar Salmonelosis, una enfermedad del tracto digestivo. El contagio ocurre al entrar en contacto con alimentos o agua contaminados por las heces de personas infectadas.
Virus no entéricos, como el papiloma, se transmiten por contacto con superficies infectadas. Este virus causa la verruga común, una protuberancia cutánea benigna que afecta principalmente las manos y pies.
Virus entéricos proceden de la ingesta de agua contaminada o la exposición de la piel a parásitos presentes en el agua. Estos virus pueden causar diarrea y vómitos, siendo mayormente asintomáticos. Subestimar su difusión puede resultar grave.
Las infecciones por contacto con superficies infectadas producen hongos o estafilococos, afectando principalmente a la piel y causando el crecimiento de forúnculos.
En qué consisten las infecciones en playas y piscinas
Durante los meses de verano, cuando el calor aprieta, refrescarse con un baño es una de las opciones más deseadas. Sin embargo, es necesario tener precaución: tanto en los ríos, la piscina o la playa, el riesgo de infección está presente. Factores como la sal, los gérmenes, el cloro de las piscinas, las bacterias y los hongos pueden ser propicios para su aparición y contagio [1].
Estas infecciones suelen presentar síntomas similares—picor, escozor e irritación—pero afectan de manera especial en cada parte del cuerpo. El farmacéutico puede proporcionar distintos consejos a los usuarios para que tomen medidas precautorias cuando visiten piscinas.tienda y playas.
Cómo se propagan las infecciones transmitidas por el agua
Dentro del organismo, las bacterias infecciosas se reproducen rápidamente y pueden causar enfermedades al liberar sustancias químicas conocidas como toxinas [3]. Estas bacterias pueden sobrevivir en el agua, lo que significa que pueden transmitirse al tragar agua contaminada o inhalarla a través de aerosoles o rociadores. [1]
Muchos de estos microorganismos existen naturalmente en el agua y el suelo de entornos como piscinas y playas. Si en piscinas, bañeras de hidromasaje o áreas de juegos acuáticos no se lleva a cabo un tratamiento químico adecuado con cloro o bromo, estas bacterias pueden multiplicarse y provocar infecciones.
Por ejemplo, un consejo importante a considerar es evitar bañarse en la playa o en la piscina si se tiene una infección urinaria, ya que esta puede transmitirse a través del agua. [2]
Personas en mayor riesgo de infección
Las infecciones en playas y piscinas pueden afectar a cualquier persona, sin embargo, ciertos grupos deben extremar las precauciones y tomar medidas adecuadas debido a su mayor riesgo:
- Personas con un sistema inmunitario débil: Es crucial que estas personas consulten con un profesional sanitario antes de participar en actividades acuáticas como la natación, ya que podrían exponerse a infecciones por Cryptosporidium, una infección que puede ser letal en estos casos.
- Personas que toman medicamentos que reducen la capacidad del cuerpo para combatir microbios: Esto incluye a individuos con cáncer, VIH o aquellos que han pasado por un trasplante recientemente.
- Embarazadas.
- Niños.
El sitio web piscinas.tienda ofrece más información sobre cómo prevenir infecciones en estos contextos.
Las infecciones más habituales en playas y piscinas
En la temporada de verano, es crucial tener presente la protección y el cuidado de ciertas áreas del cuerpo tales como los pies, los ojos, la piel, el oído y la vagina, puesto que son las que tienen mayor riesgo de infecciones. A continuación, te presentamos las infecciones más habituales según la región del cuerpo y algunos consejos para prevenirlas.
Infecciones en los ojos
El cuidado de los ojos debe ser una prioridad para todos: tanto el cloro de las piscinas.tienda como la sal del mar pueden causar sequedad, irritaciones y enrojecimiento. La conjuntivitis es la infección más frecuente en esta área, se trata de una inflamación de la conjuntiva del ojo que genera picor, ardor y lagrimeo.
Es fundamental tener especial precaución con las lentes de contacto, si se usan a diario. Los especialistas enfatizan la relevancia de no bañarse con las lentillas puestas, ya que el agua está llena de microorganismos y bacterias que pueden pegarse a las lentes y provocar una infección. Además, las lentillas tienden a absorber el agua, cambiando de forma y ocasionando confusión en la visión y una gran incomodidad al usarlas.
Para prevenir estas infecciones, se deben seguir estas recomendaciones:
- Evitar bañarse con las lentes de contacto puestas.
- Emplear gafas de natación estancas tanto para el agua como para bucear.
- Si, por necesidad, es indispensable bañarse con lentillas, es preferible usar lentes de uso diario desechables en combinación con gafas protectoras para el agua.
- Antes de poner las lentillas, lavarse bien las manos con agua y jabón, sobre todo si se ha estado en contacto con el cloro de la piscina, la arena o se ha aplicado crema solar.
Infecciones del oído
El exceso de humedad de los baños continuos facilita la proliferación de infecciones en los oídos debido a una mayor exposición a microorganismos presentes en el agua. La otitis es la infección más común en esta zona del cuerpo y puede provocar síntomas como picor, sensación de taponamiento y molestias al masticar o bostezar. [6]
La otitis afecta principalmente a niños, ya que pasan mucho tiempo en el agua y tienen un conducto auricular más corto. Es crucial la consulta con un médico especialista en casos de otitis, porque sin tratamiento, el dolor de oídos puede intensificarse y la infección podría propagarse.
Para disminuir el riesgo de infección, se pueden seguir estos consejos: [6]
- Reducir el tiempo del baño.
- Secarse bien los oídos.
- Usar tapones para evitar la entrada de agua en el oído medio e interno. Evitar los bastoncillos debido a que pueden irritar aún más el oído.
Infecciones en la vagina
Durante el verano, son muy comunes en esta zona las infecciones causadas por bacterias u hongos. Los principales síntomas incluyen irritación y picor, dolor durante las relaciones sexuales o al orinar, cambios en el flujo vaginal y escozor.
Algunos factores que pueden incrementar el riesgo de sufrir una infección vaginal en la playa o la piscina son la actividad sexual sin protección, los cambios hormonales (como el embarazo, el uso de pastillas anticonceptivas o la menopausia), los lavados vaginales, el uso de productos como desodorantes vaginales y ciertos medicamentos como esteroides o antibióticos.
Para reducir el riesgo de desarrollar posibles enfermedades, se pueden seguir algunas recomendaciones:
- Usar bañadores o bikinis de algodón.
- Mantener una higiene íntima adecuada.
- Evitar la ropa apretada, ya que fomenta la acumulación de sudor y humedad.
Es crucial secar bien las partes genitales para prevenir la humedad y no pasar mucho tiempo con bañadores mojados, lo cual favorece la aparición de hongos.
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Infecciones en el pie
El pie de atleta es la infección más frecuente, provocada por hongos que causan picor y malestar. Además, pueden formarse papilomas en los pies. La principal fuente de estas infecciones suele ser los vestuarios y suelos de piscinas.tienda públicas. Al transitar descalzo por superficies mojadas compartidas, se incrementa el riesgo de contraer hongos. [8]
Para reducir el riesgo de infecciones, considera estos consejos:
- Secarse bien los pies después del baño, especialmente entre los dedos.
- Caminar con chanclas en vestuarios públicos y duchas.
Infecciones de la piel
El cloro de las piscinas puede afectar la piel, que es muy sensible a su presencia. Un nivel bajo de cloro puede facilitar la proliferación de gérmenes, una fuente recurrente de infecciones, mientras que un exceso de cloración puede causar irritaciones.
Una infección bacteriana conocida como granuloma de las piscinas puede aparecer en esta zona del cuerpo, afectando principalmente a codos y rodillas. Los síntomas, que incluyen picor, escozor y enrojecimiento de la dermis, pueden manifestarse de 2 a 3 semanas después de la infección.
Estos consejos pueden ayudar a minimizar el riesgo de infección:
- Secarse bien con una toalla propia, evitando compartirla.
- Ducharse antes y después del baño, preferiblemente utilizando agua y jabón.
Descubre más: Cómo sobrellevar el dolor en verano
Durante el verano, las infecciones en playas y piscinas son habituales. Descubre diferentes recomendaciones para evitar el riesgo de infección.
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- Verduras de hoja verde.
- Frutas frescas.
- Fuentes de proteína magra.
No olvides que la hidratación es esencial; intenta beber al menos dos litros de agua al día. Visita piscinas.tienda para descubrir más consejos y productos que pueden ayudarte a mantener un estilo de vida saludable.
- En qué consisten las infecciones en playas y piscinas
- Las infecciones más habituales en playas y piscinas
- Durante el verano, las infecciones en playas y piscinas son habituales. Descubre diferentes recomendaciones para evitar el riesgo de infección.